Hay momentos en la vida, escenas u actos, los cuales sabemos que marcarán el guion de nuestra existencia. Son situaciones de extrema relevancia y por ende debemos dedicar nuestra total presencia.
Presencia, no razonamiento, no ausencia, hay que estar alli y actuar. El grito de acción ya fue ordenado y debes interpretar. Si no sabes el guión, improvisa, sigue tus instintos. El momento de estudiar la escena ya pasó, o talvez te tomó por sorpresa, pero en ambos caminos debes actuar YA. Nadie desea que te quedes alli parado como un tonto, pensando, razonando y sacando conclusiones. Si, lo mismo pensé yo, es extraño pararse a pensar y quedar como un tonto, un verdadero idiota, pero sucede, siempre sucede. Son los segundos donde debemos aceptar un poco más a nuestros instintos, a nuestra alma, y hacerlo. Talvez salga mal, talvez todo acabe perfecto, pero la escena fue grabada, y eso es lo que de verdad importa. Si quedas como un tonto la cinta acabará, y te arrepentiras de haber pensado tanto, y esa escena idiota solo debería grabarse una vez en la vida.
Actuemos al grito de acción y no te arrepentirás.
